«Me he metido en este laberinto, para vivir y prosperar lo mejor posible». 

William Shakespeare.

Los laberintos son espacios en los que podemos perdernos, o bien a través de los cuales, podemos también encontrarnos. Los laberintos de Paco Viera, perfectamente conjugados con trazos claros y formas muy bien definidas, buscan la resolución de los dilemas de nuestras vidas.

Desde tiempos pasados se ha utilizado la imagen del laberinto como símbolo o metáfora de la vida, se relaciona «con el reencuentro con uno mismo, de la lucha con nuestros propios demonios y monstruos para poder salir airosos del cenagoso y complejo pantanal del laberinto«. Y los laberintos de Paco Viera nos conducen a ello, a una reflexión en la que cada quien es el centro desde el que partir hacia fuera, tratando de encontrar algo de luz entre tanto pensamiento difuso.

Hasta el 1 de diciembre de 2023 podrá visitarse Laberintos, la serie con la que este artista de origen veguero se presenta en el municipio de Santa Brígida, en concreto en la Sala Lola Massieu. Una composición de cerca de la treintena de obras que van desde la acuarela hasta el lápiz a color pasando por la témpera.

Podemos comentar que Paco Viera tuvo en sus inicios un importante vínculo con el colectivo cultual y artístico de San Mateo, perteneciendo a la generación tardía de los años 70 y con la que se relacionó de forma destacada. Los novísimos de San Mateo, Rafael Franquelo…, algunas de las figuras representativas de la época en La Vega.

«Para el autor, cada obra es un hilo atemporal que evoca la idea de encontrar una salida en medio de un laberinto, sea físico o conceptual, y representa la esperanza de superar desafíos aparentemente insuperables«. Así define Viera cada una de sus piezas. Imposible no reconocer la exactitud con que cada trabajo es realizado. El espectador siente ganas de adentrarse en cada uno y encontrar la salida, o quizá no. El hecho de perderse entre tanto pasillo, dimensión o forma, podría suponer perfectamente que se está trabajando desde el subconsciente, en la búsqueda de respuestas.

En momentos en los que continuamos inmersos en confusión, contradicciones, pérdida de valores y adoración casi obsesiva por la imagen, los laberintos son un ejercicio individual maravilloso para recrearnos desde dentro. Y para darnos también la oportunidad de replantearnos los caminos que estamos siguiendo y los que podemos seguir. Sin influencias externas; sin pretensiones; sin dramas.

Los laberintos de Paco Viera son una valiosa herramienta con la que explorar sendas entre formas, líneas y colores que nos conducirán a unos momentos de sosiego que ojalá fuesen infinitos.