<<…todos somos creativos, porque según dicen, y así lo creo, la creatividad es como un músculo ¡y se trabaja! ¡y se fortalece! ¡y se potencia! Todos tenemos creatividad, pero quizá a veces nos falte “tonificarla”.>>
Nereida Castro Medina, fotógrafa creativa.
Imagen del encabezado: Autorretrato. Vestido realizado con fotografías del proyecto «365».
Desde hace varios años tengo la suerte de conocer a Nereida Castro Medina, una persona llena de energía, creatividad y pasión. Hace poco nos vimos y ese momento fue suficiente para detectar que Nereida tiene aún mucho que ofrecer.
DogArtes: Hola Nereida, ante todo, muchas gracias por acceder a responder a estos diez ítems en Encuentros con la creatividad. Para empezar, ¿podrías explicarnos quién es Nereida Castro?
Nereida: Somos tantas cosas, Damián. Haré una lluvia de ideas de “una posible” Nereida Castro Medina.
Yo soy una niña de 42 años. O dicho de otra forma, soy una adulta que, como escuché una vez, sigo teniendo dentro de mí a esa niña de 1 año, de 2 años… a esa Nereida de 7 años, de 10, etc… todas esas niñas, adolescentes y adultas dentro de mi ser. O sea, la palabra “NIÑA” es uno de los ingredientes con los que me identifico.
Otra palabra clave con la que resueno es “MAGIA”. Veo y siento magia, y siento el deseo de atrapar dicha magia en mis ojos.
Yo soy… energía, soy curiosa, soy experimentadora. Voy danzando por la vida. Tengo una especial necesidad de moverme, amo la expresión del cuerpo. Soy confiada. Muy sensible. Soy una persona que se emociona mucho y muchas veces.
Vivo cada día como un regalo. A pesar de las cosas más desagradables no dejo de ver los regalos.
D: A lo largo de todo el tiempo que llevas desarrollándote en la fotografía has conseguido marcar tu propia identidad y crear un sello propio, pero ¿cómo fueron tus primeros acercamientos a la fotografía?
N: En 2016 comenzó “más oficialmente” todo. Mi padre me regaló mi primera réflex en abril de 2016 y no he parado de usarla desde entonces. Vi muy claro que lo que me emocionaba era fotografiar personas. Es lo que me estimula artísticamente: si no percibo la esencia de una persona en mi encuadre no suelo hacer fotos. Por aquí anda mi sello personal. Una frase que suelo decir mucho es: “Hay cosas que me piden fotografiarlas con la cámara y otras para disfrutarlas solamente con los ojos”, en este caso un paisaje me emociona con los ojos.
Desde el primer día puse la cámara en “modo manual” y a practicar, practicar, practicar… Aprendí mucho con el reto “365” donde hice retratos a personas distintas cada día durante un año. He realizado varios cursos, pero como ya se sabe, el que la cámara “sea casi como una extensión de ti” lo da la práctica.
D: Nereida, muchos de tus proyectos ya son conocidos en toda Gran Canaria. Tu tesón, tu imaginación y tu predisposición han logrado abrirte muchas puertas en el octavo arte. Mujeres Venusianas o 14 imaginarios son algunos de tus proyectos que has llevado a muchos rincones de la isla. Aunque sabemos que todos tus proyectos son tus favoritos, nos gustaría que nos comentases algunos a los que les tengas un cariño especial…
N: Especial cariño… Es como pasa con nuestras islas, que cada isla tiene su encanto, pues pasa igual con cada proyecto.
Por un lado disfruto los proyectos más artesanales y experimentales, como por ejemplo ocurrió en “Marcad@s” donde pude pintar con sprays, pude pegar y despegar carteles e imágenes para preparar el soporte de las fotos, o como por ejemplo el hecho de coser unas fotografías con otras en el imaginario “Entrelazad@s”, todo esto me encanta porque sacia esa fuerte naturaleza mía experimental.
Por otro lado, visualmente estoy enamorada de como quedó por ejemplo el imaginario “Áfricarescente”. También siento debilidad por el estilo de los autorretratos experimentales que realizo de vez en cuando donde creo la atmósfera que me apetece en ese mismo instante proyectando sobre todo emociones… dejándome llevar. Esto sacia mi necesidad de expresarme.
Me he dado cuenta de que me estoy inclinando por aquellas fotografías “que tienen algo más”. Me explico. Me encantan las fotografías intervenidas con pintura, como hicimos con algunas obras en el imaginario “Je vole” o en algunas piezas de “El Elemento”. Cada disciplina aporta su riqueza y entre ambas se genera algo nuevo. Lo que me encanta es combinar fotografías con algo más, sea pintura u otra cosa. Últimamente me gusta intervenirlas con la técnica “lettering”. Otro ejemplo: en esta semana metí una fotografía literalmente en el mar, en la orilla, e hice fotos de la foto con las texturas tan interesantes que formaban la arena y el agua al “interactuar” con la foto… En fin, sí que me gusta la fotografía en sí misma, y siento que es arte en sí misma, pero tiendo a mezclar y a unir disciplinas artísticas porque me fascina el resultado “inesperado” de esa mezcla, porque se combinan las magias de cada una.
D: ¿Podrías comentarnos tu fórmula? ¿Cómo activas tanta creatividad en tan solo unos breves momentos?
N: Soy creativa como todos, dado que es una capacidad humana. Parto de esta idea de que todos somos creativos, porque según dicen, y así lo creo, la creatividad es como un músculo ¡y se trabaja! ¡y se fortalece! ¡y se potencia! Todos tenemos creatividad, pero quizá a veces nos falte “tonificarla”.
Me preguntas que cómo activo la creatividad en tan poco tiempo y la respuesta es que tengo muy trabajada y ejercitada la habilidad para asociar elementos. Esto tiene que ver con la creatividad: el mismo hecho de unir elementos creo que es esencial para ser creativos. Lo difícil para mí a veces es parar de generar ideas porque estoy receptiva y “en modo crear” por lo que mi mente me ayuda a eso mismo, a “crear” y a conectar cosas casi en piloto automático.
D: Tus escenarios y mundos imaginarios generan una fotografía creativa que no deja indiferente a quien ve tus trabajos. ¿Cómo consigues dar forma a los proyectos para que encajen con esos escenarios imaginados? O quizá la relación es inversa, son esos escenarios quienes dan forma a tus proyectos…
N: Normalmente tengo una idea rondando y le busco un escenario, y todo ello conforma el proyecto porque el escenario forma parte del todo. El mecanismo interno sería algo así: parto de una idea que me empuja, algo que me inspira. A veces es un impulso al que sobre la marcha le doy forma, y dada tal inmediatez con la que la ejecuto no transformo mucho esa idea inicial, pero a veces parto de un impulso, una idea a la cual mastico por más tiempo, por lo que sufre más transformación y se enriquece el escenario con una variedad de elementos y de personalidades. Pero siempre se parte de una idea esencial que irás transformando, asociándole ideas y elementos.
Se me vino ahora a la mente un planeta solitario (ésta sería la idea inicial) y a este planeta se le van uniendo elementos que sí se quedarán, otros sin embargo pasarán de largo. Se quedan orbitando o vibrando a su lado aquellos elementos con los que concilia, aunque “a priori”, a primera vista, pareciera a veces que no fueran “asociables” sus naturalezas… ¡pero sí! Son elementos que a lo mejor no hubieras emparejado y de repente los asocias y se genera algo “nuevo”, “diferente” y te sorprende. Me fascina asociar elementos. En este sentido siento que no está todo creado ni inventado porque hay muchas posibilidades de combinaciones por explorar (como por ejemplo las asociaciones que realiza el artista visual Óscar Valido, que nunca deja de sorprenderme).
Bueno, me he extendido con “el arte de armonizar elementos”. También me vino a la mente “el arte de armonizar a las personas del equipo” pero esto es otro tema jaja.
D: Una de las líneas en las que se mueve y trabaja el arte contemporáneo es el feminismo. Como artista, fotógrafa creativa y mujer, es notorio el trabajo que realizas en este ámbito.
N: Yo dedico tiempo artístico a lo que me inspira, me dejo llevar. Creo en mí como “persona”, me siento libre y el arte fluye, no suelo partir de contenido feminista y luego intentar justificarlo con algún proyecto, si lo hago no suele ser de forma tan consciente o intencionada, pero evidentemente la fuerza que tengo como individuo y como mujer y la enriquecida imagen y valor que tengo de la figura de la mujer (y del ser humano) se plasma en mis obras.
D: Cuéntanos algo de tus musas…
N: Musa es cualquier persona que me inspire, tengo muchas musas y “musos”. Amo los modelos espontáneos con los que me encuentro en la calle, son maravillosos. Voy paseando emocionada viendo tantos detalles y momentos fotogénicos. Si pudiera fotografiar con los ojos haría miles de fotos cada día para congelar tantos momentos bellos que contemplo.
He fotografiado a más de 500 personas (por decir un número, creo que son muchísimas más) y todas me han inspirado en algo. Sí que hay modelos con las que tengo especial afinidad y desde que podemos repetimos sesión, por ejemplo me ocurre con Lola Reina.
También yo mismamente soy mi musa… me gustan mucho los autorretratos y me presto bastante para hacerme fotos a mí misma:-).
D: Además de jugar el papel de fotógrafa, también desempeñas la tarea de ser la modelo retratada. ¿Resulta difícil estar en ambos lados casi a la vez?
N: Es como el profesor que ha sido alumno, es importante, se enriquece su visión porque te pones en la piel de la otra persona y facilita el trabajo. Yo no puedo no ser “modelo” y “fotógrafa” a la vez. Justamente con los ejercicios de autorretratos de los que te hablé anteriormente aprendo muchísimo, es clave porque se funden perfectamente ambas facetas.
También añadiría “estilista”, “creadora de escenas y atmósferas”, “visualizadora- visionaria”… Yo intento construir al momento. A lo mejor algún día hago más trabajo de postproducción digital (que ya lo he tocado, como por ejemplo en el imaginario “Dulceneia” donde hice retratos a la modelo, recorté con Photoshop “muchas Dulceneias” y las fui colocando en paisajes mágicos de las fotografías macro de Daniel Montero) pero por ahora intento crear, o recrear, los escenarios en el momento y en este sentido es fundamental ”ver” la foto y todos sus detalles antes de realizarla.
“Fotógrafa, estilista, modelo, creadora y coordinadora de proyectos artísticos”… es complementario, enriquecedor, todo suma, y con la práctica y la experiencia se ponen en marcha conjuntamente.
D: Estamos llegando al final de esta nueva entrega de Encuentros con la creatividad, cuya protagonista es Nereida Castro, y siempre nos anima preguntar por nuevas ideas, proyectos o perspectivas de futuro. ¿Te animas a compartir con nosotros alguna idea o proyecto en el que ya estés trabajando o dando forma?
N: El proyecto “El mundo mágico de mi madre” es uno de los que sigo teniendo abiertos y en desarrollo. Me tiene muy involucrada porque es un proyecto “muy personal”, el cual me toca la vena sensible de mi ser al completo (por la situación de mi madre y su Alzheimer.)
También tengo en desarrollo otro proyecto donde fotografío a 50 modelos: “Las Nereidas”, que lo quiero presentar en marzo de 2022, y el proyecto “Transiciones” y “Enigma” que los quiero presentar a finales de este año. También tengo en mente un proyecto llamado “Pájaros sinfónicos”, me pondré a ello desde que pueda. Justamente hoy me llamaron para participar con 5 ó 6 obras en una exposición colectiva. También estoy a punto de crear un evento que se llamará “La Ruta de los Imaginarios”, bla, bla, bla jaja.
Con relación a la creación de proyectos nuevos, el hecho de sentir un impulso para crear algo y dar el paso de ejecutar esa idea, ya de por sí es muy gratificante, aunque sean “selfies” con el móvil, lo importante es expresarse y llevar a cabo esa idea que te ronda o te inspira. Yo diferencio entre fotografías que son para satisfacer mis “necesidades básicas de expresión”, como lo es alimentarse o descansar, que las hago y ya me quedo “en paz”, y por otro lado están las fotografías que hago y me apetece compartirlas de otra manera, éstas las suelo imprimir. Para mí es importante imprimir la obra: el papel y el montaje forma parte de la esencia del proyecto y me ayuda a “cerrarlos” al verlos expuestos en “carne y hueso”.
Recalco también la importancia de “cerrar”. Mi naturaleza es generar muchas ideas y necesito cerrar para no tener la cabeza llena de ideas miles flotando. De esta forma puedo enfocarme mejor para iniciar otros proyectos nuevos: “hay que vaciar para volver a llenar”. Por esta razón también es importante para mí el factor “tiempo”, me gusta ponerme plazos para no alargar un proyecto más de lo necesario, porque otras ideas están en cola en mi cabeza esperando a que las atienda, y a todos nos gusta ser atendidos:-)
D: Nereida, el décimo y último ítem queremos dedicarlo a quienes te siguen y te toman como ejemplo en su búsqueda de la creatividad. ¿Qué consejos les trasladarías para que den rienda suelta a tanta imaginación que poseen?
N: Que estén atentos a sus impulsos creativos. Habría que ver cuál es la necesidad creativa de cada uno. ¿Qué te satisface a ti en concreto? ¿qué quieres expresar? ¿a través de qué vía te expresas mejor? Al final no se trata de otra cosa que de conocerte mejor a ti mismo.
La vida es una fuente inagotable porque nos envía muchos estímulos, y creo que es recomendable dar el paso 1: dejarte atrapar por una idea que te inspire, dar el paso 2: darle forma a esa idea y por último dar el paso 3: ejecutar esa idea que has moldeado con tanto amor. Quizá te sienta bien no dejarla en tu cabeza esperando eternamente si está pidiéndote a grito que la expreses.
Gracias nuevamente por dedicarnos parte de tu tiempo a responder estas preguntas para la sección Encuentros con la Creatividad: Nereida Castro Medina. Desde DogArtes. Espacio para las Artes, te deseamos mucho éxito en tu andadura artística y profesional, y también que podamos ser partícipes y seguir compartiendo más momentos como este. ¡Hasta la próxima!