Muchas veces nos dicen que el verano está para disfrutarlo. Y es cierto. Aprovechar esas horas de luz de más, los atardeceres más largos y los momentos compartidos. Aunque no debemos olvidar que todas las estaciones se pueden disfrutar (casi sale un pareado).

El verano también es buena época para visitar y descubrir, o redescubrir, lugares que por sí solos son una joya. Y hoy, desde DogArtes.Espacio para las Artes, te recomendamos la visita al Parque Tony Gallardo, una joya natural en el sur de Gran Canaria.

Este lugar, reducto botánico de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, trata de representar la biodiversidad de las costas canarias (espacios arenosos, áridos, rocosos…), y sobre todo de las Dunas de Maspalomas, pudiendo encontrarnos con ejemplares de palmera canaria, tarajales, balos, la escasa dama de Maspalomas, o uvas de mar y juncos, entre tantas otras especias.

Entre las especies animales destacan la polla de agua, cernícalos, mirlos, gorriones, camineros, además de aves migratorias como chorlitejos o garzas. La cotorra, como especie invasora, se escuchará casi desde todo el recinto que ocupa el espacio.

Al buscar información, nos topamos con que el Parque Tony Gallardo es seleccionado para reintroducir el murciélago chico. Además, se trata de un espacio “totalmente ecológico y desconectado del exterior porque aprovecha todos sus recursos naturales”. Un importante grupo de especialistas, biólogos, arquitectos, etc., dieron forma al actual espacio que hoy podemos visitar.

El parque, ideado por el artista canario Tony Gallardo, ocupa una superficie de 90.000 metros cuadrados, conteniendo un circuito de agua, y recrea la tranquilidad y sombra característicos de un oasis, generados por la unión del agua, la vegetación y la fauna.

Tony Gallardo trabajaba sus obras como puntos de movilización social, de activismo intelectual y de compromiso con el pueblo y la cultura canaria. El Parque que lleva su nombre, en honor suyo, fue ideado en medio de un entorno muy presionado por el desarrollo urbanístico. Tal que se convirtió en una creación reivindicativa, cultural e identitaria para el propio pueblo canario frente a las diversas problemáticas con las que se enfrenta, tanto en el momento de la puesta en marcha de la creación del parque como en la actualidad (política, sociedad, cultura, economía, educación…).

Tal es así, que hoy podemos disfrutar de un espacio natural conservado y protegido, paseando por los senderos que nos ofrece, escuchando las aves que lo habitan, la vegetación que lo ocupa, el agua que le da vida y la tranquilidad de un ecosistema como este. 

Tan solo podemos estar muy agradecidos por contar con estas pequeña joya dentro de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas.

Un consejo a la hora de la visita: Asegúrate de llevar contigo agua, protector solar y gafas, cámara fotográfica (la del móvil también vale), ganas de pasear, observar las aves en su entorno natural y descubrir rincones que sorprenden. 

También, y muy impotente, asegúrate la fecha y hora de la visita, pues actualmente el Parque cuenta con un horario algo reducido para su visita.

Por lo demás, si te gusta dibujar, papel y lápiz, ¡y manos a la obra! Crearás algo mágico y muy original.