Hoy, 14 de marzo de 2021, hace justo un año que nos cambió la vida. Se decretaba un estado de alarma que nos confinó durante tres meses debido a un nuevo elemento que nos ha puesto las cosas difíciles.

Un nuevo coronavirus, SARS-CoV-2 que provoca la Covid-19, apareció para quedarse, y con mucha personalidad. Se avecinaban publicaciones en boletines, reuniones de gabinetes, restricciones, sanciones y ayudas para evitar la propagación de la enfermedad y el declive de la sociedad.

A lo largo de un confinamiento de tres meses, además de echarle mucha paciencia, muchas cosas fueron las que pudimos desarrollar desde nuestros hogares. En mi caso, teletrabajo, algo de ejercicio, lecturas, creatividad, formación y dibujos y pinturas. Como la pieza que rescato para el encabezado de este artículo: <<Bodegón Vanitas>>.

Con técnica mixta, utilizando acrílicos, collage, fotografía instantánea y otras ocurrencias, traté de reflejar lo que estaba viviendo y sintiendo en esos momentos: Incertidumbre, desconocimiento, el recogimiento personal, vida y muerte, la economía mundial y sus agentes, y otras tantas lecturas que podrían hacerse. Solo hay que ponerse delante de este particular bodegón a mi estilo existencialista, donde mis pequeñas crisis también estuvieron presentes.

Muchas fueron las ideas, propuestas y acciones que se llevaron a cabo a lo largo del confinamiento para paliar el parón forzoso de nuestra rutina. La clausura nos estaba uniendo, nos dirigíamos hacia una nueva etapa en la que el ser humano caminaría, al fin, unido.

Las nuevas tecnologías ya encontraban su hueco final en nuestras vidas. Teletrabajo, conciertos en streaming, visitas virtuales a museos y salas de exposiciones, nuevos pensamientos y otras tantas gracias que surgieron de ese insólito momento. Por algo se dice que en tiempos difíciles se agudiza el ingenio.

Esta situación nos ha traído pérdidas, desánimos, desacuerdos y acuerdos, expresividad… Me siento testigo de algo tan grande que hará historia y que estamos escribiendo en conjunto. La incertidumbre, siempre presente, va tomando forma y tras los primeros momentos, íbamos viendo la luz al final del túnel.

Las respuestas a la COVID-19 fueron muchas, y quisiera destacar la coqueta iniciativa gestada en Instagram que unió a cientos de artistas a nivel mundial en una galería virtual: The Covid Art Museum. Con solo utilizar la etiqueta #CovidArtMuseum y compartir las obras, ya se tenía la posibilidad de formar parte de este gran museo virtual. Espacio que a día de hoy sigue creciendo y no deja de sorprender, además de haber abierto un nuevo camino a explorar.

Tocándome más de cerca, también menciono la exposición <<Exprésate Realidad Exprésate>>, iniciativa con la que La Caldereta Sala de Exposiciones, en Vega de San Mateo, trató de reactivar su actividad cultural tras una parada que trastocó la propia programación de este espacio. Desde mi punto de vista, este proyecto inesperado fue muy positivo consiguiendo unir a muchos artistas que expresaron bajo su propia visión, lo que estaba sucediendo y habían vivido. Expresión en estado puro. Supervivencia. Vida.

A fecha de hoy, un año después del confinamiento creo que de nuevo, esta idea de cambio en nuestra forma de ser o de ver las cosas, como sociedad y como individuos, no ha sido más que una quimera. ¿Hemos cambiado en algo? ¿Nos hemos convertido en mejores personas, en mejor especie? ¿Caminamos juntos, en mayor unión? ¿O por el contrario nos hemos convertido en seres más egoístas, individualistas y aún más capitalistas si cabe? Nuevamente aparecen ciertas crisis dubitativas en mi fuero interno que me hacen plantearme algunas premisas.

Todas las reacciones e iniciativas ante el confinamiento, propuestas, apoyos, aplausos, creatividad, arte y cultura.., ¿siguen en pie, o por el contrario se han ido disipando convirtiéndose en oscuridad, en vacío? Muchas peguntas sin respuesta que me vienen a la cabeza hoy, un año después de este extraño suceso. Que ni tan extraño, pues no somos mejores ni invencibles. Simplemente somos.

Días de aniversario, días de celebración, días para el recuerdo.